Aún en los lugares más oscuros, los seres sintientes son capaces de escucharla con claridad de manera que todo el sufrimiento en ellos cesa.
La comprensión llega a su corazón y trascienden el camino de la tristeza y la muerte.
La puerta del Dharma Universal ya está abierta. El sonido de la creciente oleada se escucha con claridad. Sucede el milagro.
Un niño hermoso aparece en el corazón de una flor de loto. Una sola gota de esta agua compasiva es suficiente para traer la refrescante primavera de vuelta a nuestras montañas y ríos.
Escuchando la campana siento que las aflicciones en mí comienzan a disolverse.
Mi mente calmada.
Mi cuerpo relajado.
Una sonrisa nace en mis labios.
Siguiendo el sonido de la campana mi aliento me lleva de nuevo a la isla segura de la conciencia plena.
En el jardín de mi corazón, las flores de la paz florecen maravillosamente.
Thich Nhat Hanh
